Hace unos días que vengo dándole vueltas a este poema, y en verdad no quiero publicarlo cuando sepamos que Chavela ya cruzó las grande aguas.
Así que aquí va:
a Chavela Vargas
Así que aquí va:
a Chavela Vargas
Me voy de lenguas,
atravieso los boleros
disolviendo en mi boca
la nostalgia de los besos enlutados.
Me voy de lenguas, caigo de bruces
y busco la luz grave de la voz
que ilumina noches cerradas de amor,
que desbarata la timidez del primer roce.
Me voy a la sombra de Chavela luz. La sigo
en sus versos arrastrados, Chavela pura pasión.
Chavela humo, Chavela alcohol.
Chavela chonga que pone la mano y pide
que se la ponga Macorina allí mismito,
donde el deseo arde y enciende luces
como fuego salvaje de salamandra
alimentada a puras mujeres en deseo,
a romance rioplatense,
a delirio caribeño
a ensueño tico.
Chavela nos dio la lengua
que deshace y vuelve armar
el abecedario del amor.
Gabby De Cicco
Agosto de 2012